La imaginación es la capacidad humana de abrir puertas a mundos infinitos y lleva a poetizar la vida mundana con reflejos ingenuos de metáfora.
Imaginar es mirar más allá de lo que nuestros ojos pueden ver, es utilizar todos nuestros sentidos para crear lo invisible, lo impalpable. La imaginación es original, pues cada persona mediante ella, crea imágenes mentales que dan origen a la creatividad y que permite poetizar la vida, ya que su esencia es la libertad, de pensar, sentir, soñar, manejar nuestros pensamientos a nuestro antojo en un mundo nuevo, el mundo de las ideas.
Esto trae consigo el utilizar términos como creatividad, poética y desmenuzando un poco tendremos que, crear viene del latín “creare” que significa engendrar, producir y es pariente cercano de “crescere” que significa crecer.
La palabra poética, está vinculada a la palabra creación del latín poéticus y del griego poétikos, de donde se derivan las palabras poesía, poeta, poema, ya que los griegos entendían al poeta como el hacedor por antonomasia, por consiguiente su obra era la más noble y auténtica creación.
Después de haber hecho un repaso a toda esa exposición etimológica, llegamos a la conclusión que el ser humano está íntimamente relacionado con el valor poético de la creación, de imaginar para producir, hacer, crecer, y creer. O sea que la vida se impregna de poesía encerrando en sí mismo un arte.
Imaginar es mirar más allá de lo que nuestros ojos pueden ver, es utilizar todos nuestros sentidos para crear lo invisible, lo impalpable. La imaginación es original, pues cada persona mediante ella, crea imágenes mentales que dan origen a la creatividad y que permite poetizar la vida, ya que su esencia es la libertad, de pensar, sentir, soñar, manejar nuestros pensamientos a nuestro antojo en un mundo nuevo, el mundo de las ideas.
Esto trae consigo el utilizar términos como creatividad, poética y desmenuzando un poco tendremos que, crear viene del latín “creare” que significa engendrar, producir y es pariente cercano de “crescere” que significa crecer.
La palabra poética, está vinculada a la palabra creación del latín poéticus y del griego poétikos, de donde se derivan las palabras poesía, poeta, poema, ya que los griegos entendían al poeta como el hacedor por antonomasia, por consiguiente su obra era la más noble y auténtica creación.
Después de haber hecho un repaso a toda esa exposición etimológica, llegamos a la conclusión que el ser humano está íntimamente relacionado con el valor poético de la creación, de imaginar para producir, hacer, crecer, y creer. O sea que la vida se impregna de poesía encerrando en sí mismo un arte.
Johan W. von Goethe dijo
“Dos cosas deben recibir los niños de sus padres: raíces y alas”
Agregó, “todos los seres humanos necesitamos de la imaginación, del sueño, de la ilusión para que las raíces se extiendan hacia abajo, cimentando una forma que orienta la gestación de una identidad, una pertenencia; y por otro lado buscar las fuerza suficiente hacia la elevación, hacia arriba, para poder crecer desplegando ramas, flores y frutos (como secuencia vital) en formas de alas alcanzando la libertad, la luz, el horizonte y la eternidad con dignidad. Tierra y cielos se unen para dar origen a un ser producto de una creacion. Se requiere de un entorno natural y social que aliente el crecimiento imaginativo y creativo para que todos los seres humanos desarrollen su potencial.”
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