Desde el momento que procedemos de forma positiva con nosotros mismos, estamos aptos para vivir en sociedad y proceder de forma justa, comenzando por los que nos rodean, proceder con delicadeza, respeto, responsabilidad, educación, cariño, honestidad y continuando con nuestro trabajo, escuelas, universidades, personas extrañas y ajenas, etc.
Si procedemos de forma justa con empleados, tendremos trato justo con nuestros empleadores, la clave es tratar a todos como deseemos ser tratados, todo en la justa medida.
Debemos luchar por alcanzar nuestros ideales, eliminando la falta de propósito y la flojera. Todos tenemos sueños, “querer es poder; soñar es lograr” …Una vez más todo lo que se logra es un resultado directo de nuestros pensamientos, nuestros deseos, nuestros sueños, debemos alejar los pensamientos egoístas, derrotistas, ya que el hombre alcanza la tranquilidad en la medida que se entiende a sí mismo como un ser que evoluciona en su pensamiento.
Si perseveramos en una actitud firme, justa y positiva, debemos actuar de la misma forma en nuestro entorno, con todos los miembros de nuestra sociedad, procediendo de forma ética con todos y cada uno de ellos.
Entonces..¿Por que no empezamos por nuestra familia? Dicen por ahí que el amor comienza por casa...
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