jueves, 12 de agosto de 2010

El hombre es lo que piensa





Es muy cierto que el hombre es lo que piensa, y verdaderamente lo que uno desea para los demás se vuelca hacia uno mismo como si fuese un boomerang. Es muy difícil ser consecuente, pero si ponemos en práctica será una forma de vida. Es necesario desarrollar el hábito por la lectura que nos enseñe a meditar, a reforzar buenos sentimientos, pensamientos correctos, nobles a desechar pensamientos y deseos destructivos, a apartarnos de personas que no nos aporten algo bueno, de esta forma cada vez nos acercaremos más a la perfección y a construir un destino cada vez más fuerte.


En la vida nada es al azar, uno construye realmente su camino, lo limpia o lo ensucia. Ahora que es bien cierto que los sufrimientos son experiencias de las que uno aprende, hay que tomarlos de esa forma no lamentarnos y lamernos las heridas. Si por el contrario no llegamos a poseer aquello que ansiamos, no debemos lamentarnos, sino pensar el porqué, cual es la falla, hay algo que no armoniza… O también, ¿Qué es lo que sucede con nosotros?, ¿en qué pensamos?, ¿Qué deseamos?, o somos tan egoístas que solo pensamos en lo que nos hace feliz. ¿Cómo tratamos a los que nos rodean?, dicen que el amor empieza por casa...¿Tratamos con justicia a nuestros empleados, familia, amigos, compañeros de estudio o trabajo?, si existen contradicciones en el comportamiento diario, o sea aseverar algo y no ser consecuente con ello.

Realmente el pensamiento afecta a nuestro entorno, pero principalmente a nosotros mismos, a nuestra salud, a nuestra mente, debemos conducirnos de forma correcta, alimentarnos de la misma forma, no incurrir en excesos, para que ello no lastime nuestra salud y nuestra mente. “Mente sana en cuerpo sano”… No hay mejor medicina que los pensamientos felices para disipar los males del cuerpo.

Los pensamientos deben ir acompañados de propósitos para que tomen un rumbo seguro, además debemos ser firmes para alcanzarlos. No hay nada que una persona no pueda lograr si se lo propone, si nos alejamos de pensamientos egoístas nos liberamos cada vez más y nos acercamos a la serenidad. Los pensamientos puros y desinteresados son resultado de un esfuerzo prolongado y concluyen en éxito, al principio serán victorias pequeñas, pero que sumadas serán un gran logro, la vida está hecha de pequeños detalles.

Como artista, soy muy soñadora e idealista, pero,… quien dijo que es pecado soñar? Hasta el señor dijo “Pide y se te concederá”, hay que persistir, trabajar con ahínco, por lo que uno sueña, si hay esfuerzo se verán los resultados.

En esta etapa de mi vida he aprendido a ser paciente, tolerante, calmada, aunque me cuesta todavía adaptarme a ciertas circunstancias o personas, las acepto tal como son si no puedo cambiarlas, creo que he aprendido a vivir en paz, Dios me conceda la fuerza necesaria para poder lograr serenidad y sabiduría, para poder transmitirlas a los que me rodean.


Lita Ana Domínguez Araújo